Pobreza menstrual, una realidad en pleno S. XXI

Pobreza menstrual, una realidad en pleno S. XXI

Contribuir en la lucha para solucionar la pobreza menstrual es una de nuestras prioridades, ya que este es uno de los temas que más nos preocupan en Dytas. Es clave para la salud femenina, la igualdad de género y para lograr una forma de vida más digna y segura para niñas y mujeres. Por eso es una cuestión que como especialistas en higiene femenina nos preocupa y nos ocupa.

Pobreza menstrual, una realidad en pleno S. XXI de la que hasta hace poco no se hablaba

¿Sabías que en España 2 de cada 10 mujeres sufre pobreza menstrual? ¿Y que según datos de la ONU 500 millones de mujeres la sufren en todo el mundo

Es inaudito que en pleno S. XXI aún exista este problema y afecte a un porcentaje tan elevado de la población. Afortunadamente, ya no es un tema tabú del que no se habla o ni siquiera se conoce. Ponerlo en el punto de mira es el primer paso para combatirlo y encontrar soluciones efectivas. 

Para la ONU y para ONGs internacionales que luchan por la igualdad, los derechos humanos y los derechos de la mujer forma ya parte prioritaria de su agenda. Y eso es una buena noticia, porque esa visibilidad y acciones que pueden tomar entidades de tanto peso permite dar pasos importantes para su solución. Aunque aún queda mucho, muchísimo, por hacer.

Y lo primero es explicar qué es y concienciar sobre ello.

¿Qué es la pobreza menstrual?

Es la imposibilidad para acceder a productos de higiene menstrual seguros, principalmente por su precio, aunque en algunos lugares también por accesibilidad. También la falta de acceso a unas instalaciones higiénicas durante la menstruación, así como a agua y a la gestión de residuos. 

Dentro de la pobreza menstrual también se tiene en cuenta la inaccesibilidad para una educación sobre su propia biología y al respecto de la menstruación, los cambios que tienen lugar en el cuerpo, la forma de cuidar la propia higiene para prevenir infecciones y problemas de salud, así como todo lo relacionado con este proceso biológico.

En el mundo en desarrollo millones de niñas descubren su primera menstruación sin tener una educación sobre qué es, qué significa y los cambios que están sucediendo en su propio cuerpo. Sin acceso a medidas higiénicas seguras que les ayuden a protegerse y cuidar de su salud. Y tienen que recurrir a alternativas insalubres que les ponen en riesgo, así como cambiar de hábitos y renunciar a actividades que hasta entonces realizaban.

En otros casos la mujer se ve obligada a sacrificar una parte importante de su economía para poder acceder a unas soluciones higiénicas que les permitan seguir con su vida. Y para evitar que un proceso biológico normal, al no poder ser abordado de forma salubre, se convierta en un problema sanitario.

La pobreza menstrual en España y en el mundo en cifras

Según los datos recogidos en el estudio 'Equidad y Salud Menstrual' desarrollado por el equipo del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina, un 22,2% de las 22.823 mujeres participantes, en algún momento de su vida no tuvieron acceso a productos de higiene menstrual por un problema económico. Y un 39,9% no pudo, por el mismo motivo, acceder alguna vez al producto de higiene menstrual de su elección.

Pero el problema no es solo de acceso. 3 de cada 4 mujeres afirmaron haber tenido que hacer un sobreuso de un producto de higiene menstrual por falta de un lugar adecuado en el que cambiarlo.

¿Y en otros lugares del mundo?

Según UNICEF solo el 27% de mujeres del mundo tienen acceso a instalaciones con agua corriente. Así que casi 3 de cada 4 mujeres no dispone de las instalaciones higiénicas que las permitan manejar sus periodos y cuidar su higiene durante la menstruación de forma segura y digna.

Además, en algunas sociedades la menstruación ahonda en la desigualdad de las niñas y mujeres también de otros modos, contribuyendo a su estigmatización, evitando su empoderamiento y empujándolas a la pobreza y exclusión social. 

  • En algunos lugares como en Nepal, se considera que las mujeres menstruantes son impuras. 

  • En amplias zonas de África y Latinoamérica las niñas dejan de acudir a clase los días que menstrúan por las burlas de compañeros y por la falta de acceso a espacios en los que mantener su higiene con dignidad.

  • Según datos del propio ministerio de salud de India, solo el 12% de las mujeres tiene acceso a productos higiénicos seguros durante su periodo, lo que pone al 88% restante en riesgo frente a infecciones y las impide llevar una vida normal varios días cada mes. 

  • Los productos de higiene íntima para la mujer gravan como producto de lujo en algunos países, dificultando su acceso a los estratos más pobres de esas sociedades. Como ejemplo, en Hungría grava al 27%. En Croacia, Suecia y Dinamarca al 25%. Y en Argentina al 21%. 

La contribución de Dytas para combatir la pobreza menstrual

Como fabricantes de copas menstruales, en Dytas contribuimos a combatir la pobreza menstrual con un producto de bajo precio y larga vida útil. Su precio de compra en los supermercados Españoles es de 9 euros y su duración, siguiendo las indicaciones para su limpieza y cuidado, es de 10 años. 

Además, es un producto fabricado de forma responsable y medioambientalmente respetuosa. 

Para el mayor empoderamiento de la mujer permite ser utilizado hasta 12 horas seguidas gracias a que está fabricado con material de alta calidad. Después solo debe vaciarse y lavarse de forma adecuada para seguir usándolo con seguridad.